
Quinto día de viaje, y amanece con lluvias, igual que lo dejamos ayer. Hoy toca abrigarse entonces. Además nos toca recorrido en barco.
Salimos de casa y nos vamos a nuestra parada de metro donde compramos la tarjeta MetroCard que nos servirá para casi todo el resto del viaje (7 días por 29$). Ya en el distrito financiero, vemos las obras de la zona 0, que van más avanzadas de lo que pensábamos, se ven dos torres con al menos 40 pisos. Para ver el proyecto final de la zona 0 y un pequeño homenaje a las víctimas del 11-S, han abierto un local de información justo al lado, el 9/11 Memorial, recomendable para una visita rápida.
Partiendo de allí recorremos el resto del distrito financiero: la Bolsa, Bowling Green con la escultura del toro (Charging Bull), las iglesias de Trinity y St. Paul, y una rápida incursión a la tienda Century 21 (no tiene mala pinta, habrá que volver).

Aunque era pronto, decidimos comer ya, pues tenemos el barco a la Estatua a las 13h. Entramos en una pizzería por porciones muy buena, por las callejuelas estrechas del distrito financiero (por Water St o alrededores); un gran acierto, al salir había una fila importante.
Y de ahí ya nos vamos hacia Battery Park, de donde sale el ferry a la Estatua. Primero hay que ir al Clinton Castle para canjear los billetes que habíamos comprado por internet. Antes de entrar al ferry, ya pasamos el primer control tipo aeropuerto. El recorrido en barco es cortito, unos 15 minutos, entretenido por la cosa de salir a hacer fotos, etc.
Al llegar a la isla Liberty, vamos al centro de información de los Rangers para recoger las pulseras que dan acceso a la corona. Antes de subir hay que dejar todo excepto las cámaras en una taquilla (móviles, bolsos, fundas de las cámaras, mochilas…), y pasar otro control con escáner corporal aleatorio. La subida no se hace muy dura, a pesar de los 300 peldaños, pero sí puede resultar algo claustrofóbica por la estrechez e la escalera de caracol. Personalmente me decepcionó un poco la llegada a la corona, pues me esperaba un mirador más grande, tipo torre Eiffel; pero es una plataforma en la que caben unas 10 personas. Pero las vistas de la bahía, de la estatua por dentro y la experiencia en sí, merecen la pena.

Al bajar hasta el pedestal, ya hicimos el recorrido habitual de la gente que no sube a la corona: fotos desde los distintos pisos del pedestal y entrada al museo (sobre la construcción y antorcha original).
Después del museo, cogemos de nuevo el ferry para ir a la isla Ellis, donde se recibían a los inmigrantes que llegaban a Nueva York. Hoy es un museo dedicado a esta etapa de la historia, con objetos e historias personales.
Una vez de vuelta en Manhattan, vamos a pasear por las calles del East Village y Greenwhich Village, viendo Washington Square, Perry St (la casa de Carry en Sexo en Nueva York), Bleeker St…
Y como ya se hacía de noche pero era viernes y los museos cierran un poco más tarde, decidimos aprovechar para hacer una visita rápida al Met, el museo metropolitano de NY. Entre que canjeamos los CityPass, recogimos mapas y demás, solo estuvimos aproximadamente una hora, lo que nos permitió ver la grandiosidad de las dimensiones y contenidos del museo. A destacar el templo egipcio que tienen en una de las salas.
Y ya volviendo a casa cogimos una pizza para llevar en «Merilu», en la 9th Ave. Y por fin a descansar…
Imágenes | dnotivol