
Desgraciadamente, esto se va acabando, y nos toca ir haciendo cosillas pendientes que nos quedan en nuestro planning. Hoy toca eso: museos y compras.
En el planning de hoy, hemos decidido visitar por la mañana los dos museos pendientes de nuestra lista, y dejar la tarde libre para ir de tiendas. Así que por la mañana, salimos ya de casa directos al Museo Americano de Historia Natural, en la parte oeste de Central Park. Cuando llegamos, el museo aún no está abierto, pero ya hay fila. En la CityPass están incluida la visita al museo y el espectáculo del planetario. Entre que el museo es inmenso, y que sólo tenemos una hora hasta la reserva del planetario, no pudimos ver más que una pequeña parte. Las salas principales contienen reproducciones muy realistas de especies animales de todos los ecosistemas; destacan los elefantes de la entrada, y la ballena azul. El espectáculo del planetario es muy bueno también, aunque es algo más común que se hace en más sitios.
Ya sólo nos queda un cupón en nuestra billetera de la CityPass, el correspondiente al Museum of Modern Art, o museo de arte moderno de Nueva York, oséase el MoMA, ¡para allá que vamos! Otro gigante lleno de cuadros, decidimos hacer una superselección, y visitar solo las plantas 4 y 5, donde estaban los cuadros que más nos interesaban a todos. Es impresionante tener delante a unos centímetros tantos cuadros famosos que hemos visto tantas veces en tantos formatos: Dalí, Manet, Picasso, y también Warhol, Lichtenstein, Jasper Johns. Recomendables especialmente las salas dedicadas a los pintores abstractos y pop de Nueva York.

Al salir nos ponemos a buscar algún sitio para comer. No apetece sentarnos un poco, así que descartamos todos los puestos callejeros que vemos, pero no hay mucho más por esta zona. Andando un poco sin rumbo, llegamos a la 5ª avenida, casi hasta el parque de nuevo, y encontramos un sitio de ensaladas y sandwiches, All about food («aquí nos quedamos»).
Después de comer, se abre la veda para ir de tiendas. Y empezamos por ver dos de nuestra lista, que además teníamos allí mismo. La primera era F.A.O. Schwarz. ¿Y qué es eso? Pues una juguetería, concretamente la juguetería que aparece en Big, donde tienen el piano gigante que tocaba Tom Hanks en la película. Piano aparte, la juguetería es impresionante; tienen secciones gigantes de cada cosa: peluches, muñecas, Scalextric, Playmobil, Harry Potter… Al final conseguimos salir de allí sin que nuestro niño interior consiguiera convencernos de comprar alguna tontería. Y pasamos a la tienda de al lado, otra de juguetes, pero más de geeks: la tienda Apple de la 5ª avenida. Ninguno somos fanboys de Apple, así que con darnos una vuelta, y hacer el tonto un poco con un par de iPads, tuvimos más que suficiente. Eso sí, muy chula la entrada, desde un cubo de cristal en plena calle, se baja al sótano donde está la tienda.

También al lado, en la 5ª avenida, junto a Tiffany’s está la tienda de Nike. Al ver semejante tienda, de 5 pisos, no pudimos resistirnos y para adentro que fuimos. Y vaya, que casi nos la llevamos puesta. Nos aprovechamos del precio, y del cambio de divisa, para llevarnos los últimos modelos a precio casi de Decathlon :-). La tienda es chulísima, con un sistema de montacargas subir las zapatillas que te quieres probar desde el almacén. Eso sí, se lo toman con calma, no se vayan a estresar… Ya con nuestro premio, seguimos el recorrido por la quinta avenida, llena de todas las marcas más pichis del mundo.
Y andando llegamos a Times Square. No sé cómo lo hacemos pero todos los días acabamos pasando por aquí; ¿serán las luces? ¿será la gente? NY te atrapa… Entramos en Foot Locker la cadena de ropa deportiva, que también tenemos en España, pero a precios americanos, y con ventaja euro-dólar (peligro de nuevo :-)); acabamos comprando alguna camiseta de los New York Knicks (y es que ya llevamos las Nike en la bolsa…). Y saliendo un poco de Times Sq hacia el norte, en una tienda de souvenirs, compramos los regalillos que nos faltaban para llevar a la familia de recuerdo.

Pero nos quedaba algo pendiente. Los primeros días habíamos visto de pasada la tienda-outlet Century 21, junto a la zona 0. Nos apetecía volver, pero no sabíamos si nos daría tiempo. Nos arriesgamos de todas formas, y cuando llegamos estaban a punto de cerrar, pues al ser una zona más financiera los horarios son más normales. Dimos alguna vuelta rápida, viendo ropa, buscando tallas, y al final hicimos algunas compras express.
Una vez todos juntos en el apartamento, bajamos a coger la cena en el Lucky’s Famous Burger, que teníamos al lado y ya habíamos probado. Ooh, última noche en Nueva York…
Imágenes | dnotivol
Enlaces | Museo Americano de Historia Natural, MoMA, juguetería F.A.O. Schwarz, Century 21, Lucky’s Famous Burger