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USA días 12-13: Más compras y vuelta a casa…

Último día en Nueva York. Pero no se puede estar triste, hay que aprovechar hasta el último momento. Así que empezamos el día con un buen desayuno: de Dunkin Donuts, qué vicio, insisto, menos mal que en España sólo hay un par, y en Madrid…

En teoría, el último día había que dejar el apartamento antes de las 11 de la mañana, pero habíamos visto en la web de FeelNYC (donde lo habíamos alquilado), que el día siguiente estaba libre. Y nos aprovechamos y pedimos dejarlo más tarde cuando nos dieron las llaves; la nueva hora era la 1. Por lo menos podíamos hacer algo por la mañana, y sin tener que pagar consigna de maletas.

9th avenue, dejando nuestro apartamento en Hell's Kitchen
9th avenue, dejando nuestro apartamento en Hell's Kitchen

Nos dividimos en dos grupos, para que cada uno aprovechara más sus últimas horas. En uno, lo teníamos claro, nos habíamos quedado con más ganas de Century 21, así que metro rumbo a la zona 0 hasta el outlet que ya conocíamos del día anterior. Con más tiempo, ya se pueden encontrar más cosas interesantes donde gastar algunos de los últimos billetes de dólar. Cinturones, carteras, ropa interior… todo de marca a precios super-baratos.

Una de vez de vuelta todos en el apartamento, no nos quedaba otra que terminar de ajustar las últimas compras en la maleta, cerrar todo, y despedirnos de nuestra casa neoyorkina… Como íbamos a ir con las maletas a cuestas, no queríamos ir buscando sitios para comer, y ya le habíamos echado el ojo a un diner en la 7ª avenida, a dos bloques de casa. Es el Cosmic Diner, que aunque no habíamos ido todavía, tenía muy buena pinta. Y alguno os estaréis preguntando ¿pero qué es un diner? Pues son los restaurantes americanos típicos que salen en las películas, que van repartiendo café con la jarra a todos los clientes, con sus asientos de eskay y todo eso. Tuvimos que esperar un poco por la hora punta, pero no nos defraudó en absoluto. Las raciones eran enormes y la comida buenísima.

Y habiendo comido, toca salir hacia el aeropuerto. Aún nos quedaban unas horas de margen, pero habiendo ya visto cómo es la hora punta en el metro de Nueva York, había que evitarla a toda costa. Y después de los 45 minutos en metro desde Manhattan hasta la estación de Jamaica, cogimos el AirTrain que nos llevaría al JFK. El AirTrain es un tren tipo metro, pero que va por la superficie, que hace un recorrido circular uniendo todas las terminales del aeropuerto, y que además lo une con dos puntos externos, las estaciones de Jamaica (al norte del JFK) y Howard Beach (al oeste); es gratis dentro del JFK, pero vale 5$ si sales o entras al aeropuerto.

Típico bar de aeropuerto en el JFK
Típico bar de aeropuerto en el JFK

Más que una espera del aeropuerto, fue una lista de esperas (a que informaran del mostrador de embarque, a que lo abrieran, a embarcar…). Y aprovechamos para ir gastando nuestras últimas monedas: revistas, chocolatinas, zumos :-).

El vuelo con AirEuropa sin problemas, además este avión era un AirBus A330-200 con sistema de entretenimiento y pantallas individuales, se hizo más cortito el viaje.

Al aterrizar en Madrid en nuestro día 13 de viaje… ¿ya el 13? ¿y la noche del 12 al 13? Pues eso, en madrid mismo recorrido que a la ida, pero a la inversa, autobús de la EMT hasta Atocha, comida, y espera en la sala Lounge de la estación (¡menos mal que existe la tarifa estrella para poder comprar billetes en preferente!). Y el AVE de vuelta a casa…

Estación de Atocha
Estación de Atocha

Esto se acabó… ¿para cuándo el siguiente viaje?


Imágenes | dnotivol
Enlaces | Century 21, AirTrainaeropuerto JFK

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USA día 1: Con las maletas a cuestas

Maletas

¡Por fin llegó el día de nuestras vacaciones! Con el planning que teníamos no hacía falta madrugar, pero los nervios lo impedían.

Total que empezamos nuestra primera etapa cogiendo fuerzas en la sala Club de la estación de Delicias, ya que íbamos en preferente (beneficios de la tarifa estrella de Renfe). El viaje en AVE genial, con aperitivo incluido, en menos de hora y media estábamos en Atocha. Por cierto, totalmente recomendable el bus de Atocha al aeropuerto, por 2€ llega en unos 40 minutos sin transbordos.

Embarcamos en la T1 de Barajas, donde empezamos la serie de controles; si no me dejo ninguno: 1) control del ESTA antes de la fila de embarque, 2) el embarque en sí, 3) los arcos de seguridad, 4) el control de pasaportes, 5) en la sala de embarque preguntitas de rigor (tus maletas son tuyas, te ha dado algo algún extraño…), y 6) embarque al avión por fin. ¡Y eso sólo en España!

El vuelo estuvo bien, Air Europa no es Air France o British Airways, pero no estuvo mal. A mí en concreto se me hizo largo algún rato, ya no sabía cómo sentarme, pero la falta de espacio es común a todos los vuelos, no es algún nuevo. El avión era un 767-300 sin entretenimiento personal (pantallas individuales), pero nos pusieron dos películas actuales (Caza a la espía y El discurso del rey).

Y después de una última media hora más entretenida porque ya vas viendo las luces y edificios de NYC, aterrizamos y dio comienzo nuestra segunda sesión de burocracia americana. Llevábamos los pasaportes en regla, los ESTA aprobados, y habíamos rellenado en el avión los impresos de aduanas y los I-94W (tarjeta verde). Pero por lo visto al señor agente no le pareció suficiente y dos de nosotros hicieron una visita al cuartito de inmigración. Tras los nervios y unas cuantas preguntas absurdas para comprobar la identidad, 45 minutos después se reunían con el resto que ya teníamos las maletas de todos.

El último asalto del día era llegar al hotel. Desde nuestra terminal 4 cogimos el AirTrain, que es gratuito si no sales del aeropuerto, y fuimos hasta el punto dentro de JFK donde los hoteles mandan sus lanzaderas (Federal Circle). Llamamos desde un teléfono de información para que nos vinieran a buscar y en seguida estábamos en nuestro motel, el Super 8 de Jamaica. Allí dejamos las maletas y fuimos a cenar algo: nuestra primera hamburguesa, en un Wendy’s.

Y a la cama, que ya llevábamos como 20 horas en pie y había que descansar para la siguiente etapa.


Imagen | dnotivol